Walden de Thoreau



Contexto

David Henry Thoreau (1817- 1862) nació y murió en Concord, Massachusetts, EE. UU.

La principal influencia de Thoreau fue Emerson, en cuya casa vivió durante varios años en Concord. Emerson fue el líder nominal del movimiento trascendentalista, que se basó en el idealismo del romanticismo europeo, el pensamiento hindú y budista y las enseñanzas de Confucio y Mencio. Sostenía que los sentimientos y pensamientos personales estaban en el centro del universo y que los hechos eran secundarios a la verdad individual y por encima de las normas y tradiciones sociales. Consideraba la autosuficiencia como una virtud económica y la base filosófica de la existencia. En 1845 Thoreau construyó una pequeña cabaña en la tierra de Emerson para vivir más cerca de la Naturaleza. Aquí es donde compuso Walden (1854).

El autor fue encarcelado en 1846 por negarse a pagar su impuesto de capitación porque dijo que el dinero contribuía a una nación que respaldaba la esclavitud. Publicó su razonamiento en "Desobediencia civil", una obra que inspiró a Tolstói, Gandhi, manifestantes por los derechos civiles y activistas contra la guerra de Vietnam.

Walden criticó el consumismo y el capitalismo, ideas retomadas por el movimiento hippy y por quienes buscaban un sentido más personal a la vida. El libro retrataba a la Naturaleza, no como algo muerto y pasivo para ser explotado, sino como un espectáculo que inspiraba espiritualidad. El estilo hogareño de la escritura de Thoreau, que incluía referencias intelectuales, ofreció un nuevo género para emular a escritores estadounidenses posteriores.

Resumen

Thoreau abre los 18 capítulos de Walden; o Vida en los bosques (1854) al anunciar dónde se escribió el libro: Walden Pond. Se defiende de los críticos de su proyecto de retirarse a una choza y vivir de manera autosuficiente. Reivindica el individualismo como un valor frente a la vida en sociedad, pero compone sus escritos con las referencias intelectuales de un graduado de Harvard.

Da detalles de los materiales de construcción y los costos de su cabaña en el bosque. Para ganar algo de dinero cultivaba frijoles y para reflexionar leía y caminaba por las tardes. Insiste en el minimalismo de su estilo de vida y que esto le hace feliz, a diferencia de otros que se mueven por el deseo de prosperidad material.

A pesar de buscar el aislamiento, la sociedad le acosa y una línea de tren pasa por Walden Pond perturbando sus sueños y haciéndole considerar el papel de la tecnología. Sin embargo, también conversa con la población local y amigos.

Thoreau observa las estaciones y la naturaleza circundante y confecciona una lista de los animales del bosque. A algunos les convierte en símbolos espirituales como el somorgujo ululante que representa la naturaleza en el juego y su risa ante las luchas humanas. O las hormigas guerreras que le incitan a reflexionar sobre la guerra. Sus reflexiones sobre la Naturaleza tienden a ser lecciones morales, más que análisis biológicos.

Al acercarse el invierno, Thoreau se prepara para el frío. Observa a los animales recolectando la comida de otoño, las aves que migran e incluso las plagas que infestan su cabaña en su huida del frio. Se da cuenta de los místicos cambios de color del hielo en el estanque y escucha los vientos nocturnos que soplan. A veces tiene visitas como Channing o Alcott, pero la mayor parte del tiempo está solo. Piensa que prefiere vivir con fantasmas del pasado que con las clases ricas y cultas.

El autor se interesa por todos los estanques circundantes y los mide. Reflexiona sobre el estanque como símbolo del infinito que el ser humano necesita en su vida. Cuando llega la primavera, el hielo que se derrite inspira a Thoreau con imágenes del Día del Juicio y una gran transformación del mundo, cuando todos los pecados serán perdonados.

Finalmente anuncia el fin de su proyecto y el regreso a la civilización en 1847. Su renovada vitalidad le lleva a reflexionar sobre el potencial de la humanidad y anima al lector a vivir la vida en plenitud.

Temas

Autosuficiencia

El proyecto de Thoreau estuvo influenciado por el ensayo de Emerson sobre la autosuficiencia. Esto se basa en el principio de que en las relaciones interpersonales se debe valorar la independencia por encima de las necesidades. Hace hincapié en los placeres simples como la risa del somorgujo, pero también encuentra consuelo en la compañía de amigos. Rechaza las normas de la sociedad humana, en la medida en que aspira a vivir sin recurrir económicamente a los demás.

Sin embargo, su confianza en sí mismo no es solo económica, sino también espiritual. En el pensamiento trascendentalista, el yo es el centro de la realidad y el mundo exterior depende de la interpretación individual. Sus cálculos económicos forman parte de su perspectiva poética, ya que ambos se basan en su vida independiente en Walden Pond. 

Sencillez

El filósofo considera que hay dos formas de contrarrestar el sentimiento de satisfacción: obtener más o reducir los deseos. Elige este último camino, limitando al mínimo su consumo remendando su ropa y adquiriendo sólo lo útil. Señala con ironía que es dueño de su cabaña, mientras que aquellos que tienen viviendas más ricas solo tienen hipotecas.

Otra ironía es el estilo literario de Thoreau que apunta a la simplicidad a través de la concisión. Sin embargo, no es simple, ya que incluye ingenio, doble sentido y juegos de palabras. Tiene un mensaje minimalista, pero transmitido a través de la sofisticación.

El progreso como ilusión

El autor se muestra escéptico ante el progreso a través de la tecnología, una visión aceptada por sus contemporáneos. Él deseaba la paz interior y descubrió que la era de expansión del consumismo capitalista en la que vivíamos, aunada a la mitología pionera, no le brindaba satisfacción. Los Estados Unidos del siglo XIX se sentían satisfechos con su progreso, pero Thoreau apuntó las malas condiciones laborales y el conservadurismo convencional que lo hicieron posible. 

Un ejemplo de su visión crítica del progreso tecnológico fue el ferrocarril, que describió como una "bestia rugiente" y un falso ídolo del progreso social. Prefiere quedarse quieto en lugar de viajar sin pensar. Él cree que las mejoras técnicas son ilusorias, ya que las personas se ven obligadas a adaptarse a horarios y rutas. Los trenes siguen una ruta predeterminada y nos hacen pensar que nuestras vidas deberían transcurrir de la misma manera.

El viaje espiritual

La búsqueda espiritual de Thoreau se centra en su demostración personal de cómo superar las trampas de la sociedad materialista. Es un viaje de obstáculos. 

Primero hace una distinción entre el yo exterior y el interior, insistiendo en que el materialismo y el exceso de trabajo subyugan al espíritu y aconseja el cultivo de las necesidades intelectuales y espirituales.

"Debemos aprender a despertarnos y mantenernos despiertos... por una espera infinita del amanecer, que no nos abandona en nuestro sueño más profundo. No conozco un hecho más alentador que la incuestionable capacidad del hombre para elevar su vida por un esfuerzo consciente."

Su objetivo en Walden no es económico, sino promover la comprensión de sí mismo y del universo.

Su viaje interior es principalmente moral:

"... todos estos tiempos y lugares y ocasiones son ahora y aquí. Dios mismo culmina en el momento presente, y nunca será más divino en el transcurso de todas las edades. Y somos capaces de aprehender en absoluto lo que es sublime y noble sólo por la infusión y el empapamiento perpetuos de la realidad que nos rodea."

Reconoce que la existencia humana dura un momento en el Tiempo:

"El tiempo no es más que el arroyo en el que voy a pescar."

Se puede acceder al universal desde cualquier punto durante la existencia. Al llevar un estilo de vida autosuficiente, podemos trascender el tiempo. Su tiempo en Walden Pond le brinda un momento para viajar hacia adentro, pero se da cuenta de que su experimento es solo un enfoque y que otros pueden seguir caminos diferentes. Ofrece a Walden como ejemplo, no como el único remedio para los males espirituales.


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