- La Edad Axial


Fue Karl Jaspers quien acuñó la frase 'La era axial' en su libro 'El origen y meta de la historia'. Describe los cambios culturales ocurridos en el primer milenio antes de Cristo que inauguraron una nueva visión del mundo basada en valores diferentes a los anteriores. Lo sorprendente de estos avances ideológicos en religión, filosofía y ciencia fue que ocurrieron prácticamente al mismo tiempo en todo el continente euroasiático. Pitágoras (570-495 aC), Buda (563-483 aC) y Confucio (551-479 aC) fueron todos contemporáneos. En el mismo período, Grecia, India y China vieron un repentino florecimiento del debate entre las escuelas intelectuales contendientes. 

Jaspers describe el período de esta manera:

Parecería que este eje de la historia se encuentra en el período alrededor del año 500 a.C., en el proceso espiritual que se da entre el 800 y el 200 a.C. Es allí donde nos encontramos con la línea divisoria más profunda de la historia. El hombre, tal como lo conocemos hoy, llegó a existir. Para abreviar, podemos llamar a esto el 'Período Axial'.

Los acontecimientos más extraordinarios se concentran en este período. Confucio y Lao-tse vivían en China, surgieron todas las escuelas de filosofía china, incluidas las de Mo-ti, Chuang-tse, Lieh-tsu y muchas otras. India produjo los Upanishads y Buda y, como China, recorrió toda la gama de posibilidades filosóficas hasta el escepticismo, el materialismo, el sofisma y el nihilismo; en Irán, Zaratustra enseñó una visión desafiante del mundo como una lucha entre el bien y el mal; en Palestina hicieron su aparición los profetas, desde Elías, pasando por Isaías y Jeremías hasta Deutero-Isaías; Grecia fue testigo de la aparición de Homero, de los filósofos, Parménides, Heráclito y Platón, de los trágicos, Tucídides y Arquímedes. Todo lo que implican estos nombres se desarrolló durante estos pocos siglos casi simultáneamente en China, India y Occidente, sin que ninguna de estas regiones supiera de las demás.

(El Origen y Meta de la Historia por Karl Jaspers)

Jaspers sugirió que debe haber sido un resultado de condiciones históricas similares. Para la mayoría de las grandes civilizaciones urbanas de la época la temprana Edad del Hierro fue una pausa entre imperios, una época de pequeños reinos y ciudades-estado, a menudo en guerra externamente y en debate político interno.

Jaspers argumentó que fue el primer período de la historia en el que los seres humanos aplicaron los principios de la razón a las grandes cuestiones de la existencia humana. Se observó que varias grandes regiones del mundo, China, India y el Mediterráneo, vieron la aparición de casi exactamente las mismas tendencias filosóficas desde el escepticismo al idealismo. 

Para Jaspers, el período comienza con el profeta persa Zoroastro alrededor del 800 a.C. y termina alrededor del 200 a.C. Sin embargo, si su Edad Axial se extiende para incluir la Edad Espiritual posterior, que se centra en figuras como Jesús y Mahoma, entonces abarcaría desde el 800 a.C. hasta el 600 d.C. Este período vio el nacimiento de todas las principales tendencias filosóficas del mundo y de todas las principales religiones del mundo actual:zoroastrismo, judaísmo profético, budismo, jainismo, hinduismo, confucianismo, taoísmo, cristianismo e islam.






La aparición casi simultánea de ideas comunes, pero repartidas por un vasto continente, es difícil de explicar. Jaspers cita la hipótesis del alemán Alfred Weber, economista y geógrafo del siglo 19. Este autor propone que la expansión de ideas en la antigüedad fue debido a algo concreto: la doma del caballo. Los jinetes fueron los Arios que habitaban las estepas de Asia Central. Como nómadas ecuestres abarcaban un área que se extendió desde el mar Caspio pasando por Afganistán hasta la China. Estos jinetes arios llegaron a Irán y a la India sobre 1200 a.C y a la China al final de segundo milenio. Estos invasores se dividieron y llevaron el Zoroastrismo a religión de estado en Persa (Irano-Aria) y el Hinduismo a la India (Indo-Aria). Weber argumenta que estas invasiones a caballo de las civilizaciones como India, China y Occidente las unieron por caminos de comunicación. Las ideas luego viajarían con el comercio y con los peregrinos religiosos

Por otra parte Baumard, Hyafil y Boyer en su artículo proponen caracterizar la Edad Axial no como un cambio cognitivo sino como una alteración comportamental y ética: es cuando emerge la autodisciplina y el altruismo, transformaciones morales. Los autores argumentan que el cambio de orientación centró los objetivos desde corto a largo plazo. Eran cambios comportamentales dentro de la sociedad: cooperación (compasión y caridad); sexualidad (tabúes); economía (condenación de la avaricia y el consumo exagerado); familia (más cuidado de la prole). En definitivo, eran mejoras de la integración social.

El Imperio persa se formó a mediados del primer milenio a.C., una fecha fundamental de la Era Axial. La dominación persa se extendió sobre todos las antiguas civilizaciones y más allá: desde Macedonia hasta la India, unos 4.000 kms. Una red de carreteras y una comunicación rápida por caballo mantenía el imperio unido en cuanto a información, comercio e ideas. Heródoto cuenta que el correo imperial comunicaba Éfeso con Persepolis en una semana utilizando jinetes, postas y la ruta real persa. Los comerciantes que usaban las mismas postas como caravanserai intercambiaban ideas por todo el territorio.

Imperio Persa 

Se especula que el comercio y las comunicaciones imperiales junto con la tolerancia religiosa persa llevaron a un sincretismo religioso y así el principio teocrático gradualmente se ponía en cuestión. Preguntas sobre la justicia divina provocaron los primeros intentos de formular una mayor conciencia de la responsabilidad personal en el destino, en particular en China, India, Medio Oriente y Grecia. Además la cuestión práctica de cómo mejor gestionar las nuevas urbes instigaba a reflexionar sobre las políticas más adecuadas.

En China pensadores individuales como Confucio, Lao-Tse y Mo Tzu reflexionaban sobre las implicaciones éticas y metafísicas de la existencia humana. De sus enseñanzas salieron el Confucionismo, Daoísmo y Jainismo.

Confucio aparece en China a mediados del primer milenio a.C. cuando se ha perdido el control central en el país y a través de siglos de guerra civil se había partido en 14 estados feudales. La respuesta de Confucio era una reflexión fundamental sobre lo que significa ser humano. Intentó revitalizar y redefinir instituciones que durante siglos habían dado estabilidad política y social: la familia, la escuela, la comunidad local, el estado y el reino. Propuso "de" (el carisma para atraer y cambiar otros: hoy el liderazgo) como valor fundamental para el orden personal y social

En la India los autores de los Upanisads expandieron sus investigaciones para incluir el pensamiento metafísico en su búsqueda del sentido de la vida. Evolucionaron para llegar a ser las enseñanzas de Buda y Mahavri.

Se cuenta que Buda fue un príncipe, pero que cuando se dio cuenta de la miseria humana decidió buscar una solución. Pero no investigó el entorno, sino a sí mismo. La respuesta de la India se buscaría dentro del humano no en el mundo exterior.

El meollo de la enseñanza del Buda se puede captar en las 4 verdades: el contacto sensorial desorbitado provoca sufrimiento que nos atrapa en un ciclo vicioso. Para acabar con este ciclo hay que llegar al nirvana, el final del deseo exagerado. Se llega practicando meditación.

Los profetas hebreos también formaban parte del pensamiento de la Era Axial. En el siglo VIII antes de Cristo los dos estados judíos, Judá e Israel, comerciaron libremente y se enriquecieron. Sin embargo, la práctica religiosa era superficial y ritualista. Los ricos interpretaron sus fortunas como prueba de que Yahvé otorga recompensas materiales por practicar esta religión ritual. Se consideraba que los pobres estaban empobrecidos por no ser lo suficientemente religiosos. (La predestinación protestante luego resucitó un argumento similar). En realidad, los judíos pobres fueron explotados por sus contrapartes ricas y un sistema político-legal corrupto hizo imposible que lograsen una vida mejor.

En Palestina los profetas Elías, Jeremías, Isaías y Deutero-Isaías insistieron en el monoteísmo y el pacto libre, una alianza, entre el pueblo y su Dios, contra el politeísmo del medio ambiente y sus dioses títeres. 

En 597 a.C., el rey de Babilonia, Nabucodonosor, invadió Judá y se llevó a 8.000 personas a Babilonia. Fue durante este exilio que los judíos aprendieron que Yahvé podía ser adorado fuera del Templo y comenzaron a pensar en la divinidad como el único Dios verdadero que trasciende las fronteras. El cautiverio en Babilonia también enseñó a los judíos a odiar la adoración de ídolos y a confiar en la palabra del único Dios verdadero. Luego, los eruditos judíos comenzaron a recopilar y redactar los recuerdos, historias y eventos de la tradición escrita y oral, posiblemente para preservar su identidad religiosa en una tierra extranjera. Esta recopilación de textos daría lugar a lo que hoy conocemos como El Pentateuco, los cinco primeros libros del Antiguo Testamento.

Fue durante el exilio en Babilonia en el siglo VI a.C. que la percepción de Yahveh cambió. En lugar de ser visto como un dios de la guerra o del ritual vacío, los profetas lo vieron como un Dios personal. En esta Alianza renovada se estableció una relación individual entre Dios y su pueblo que requería responsabilidad individual, moralidad y justicia.

Isaías profetizó en Jerusalén, la capital de Judá, durante los años 700 a.C. y posteriores. Al igual que Amós, se pronunció en contra de la corrupción de la clase dominante e interpretó la invasión asiria de Israel en el año 722 a.C. como un castigo moral de Yahvé. Isaías también profetizó la venida de un Mesías que comprendería lis problemas de los pobres y protegería sus derechos.

Jeremías animó a los hebreos exiliados diciéndoles que examinaran su propia conducta. Predicó que la esencia de la religión era la relación del individuo con Yahvé. Al igual que Amós, Oseas e Isaías, rechazó las formas externas de adoración a menos que acercaran al individuo a Yahvé. El profeta Ezequiel también reconoció que el sufrimiento del exilio debía conducir a una relación personal más profunda con Yahvé. 

En Grecia los cambios eran más filosóficos que espirituales. Los inauguraron el grupo de Miléto y Samos que influenciaron a Sócrates, Platón y Aristóteles. Estos filósofos investigaban los principios de la existencia basados en la creencia que la humanidad pueda entender y decidir sobre su propia vida sin referencia a los dioses.

El método socrático de pregunta-respuesta para llegar a la verdad quizás venga de los tribunales donde los abogados usaban este sistema para interrogar a los acusados. El interés de Sócrates se centraba en la ética: ¿cómo vivir la vida? En definitivo ¿cómo vivir en sociedad? Atenas encontró una respuesta en la democracia.

Algunos incluyen Zoroastro en este nuevo era diciendo que fue contemporáneo de Ciro el Grande, emperador de Persia. El zoroastrismo llegó a ser la religión de estado en Persia. Otros le datan antes de la Edad Axial en el segundo milenio a.C . Se le atribuye la idea del monoteísmo.

Jaspers divide la historia en varias épocas. Durante la Paleolítica los humanos eran recolectores y cazadores. En el Neolítico algunos empezaron a colonizar un territorio y dedicarse a la agricultura. Luego vino la civilización de los imperios: las ciudades, la política y la legislación para intentar solucionar los problemas de convivencia. Dentro de estas sociedades teocráticas los problemas se proyectaron sobre las autoridades y los dioses.

Nuevas ideas que se postularon, casi simultáneamente en la Edad Axial por profetas, filósofos y racionalistas en varios puntos de Eurasia.  Incluían:

- La libertad e independencia del individuo; 

- preguntas fundamentales sobre el sentido de la existencia humana

- una visión racional de los procesos naturales. 

En Oriente las respuestas se basaban en la paz interior; en Occidente en el orden armonioso de la sociedad.

Las consecuencias de la Edad Axial todavía están con nosotros. Somos conscientes de nosotros mismos pero nos creemos por encima de la Naturaleza, no parte de ella. La filosofía y la ciencia emergieron y han configurado nuestra forma moderna de pensar en Occidente. Luego llegaron el Cristianismo y el Islam, consecuencias de la Edad Axial, pero con una tendencia añadida de proselitismo que lleva implícita la intolerancia religiosa e ideología superior.


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