Institutos de la religión cristiana por Jean Calvin

Contexto

A finales del período medieval, la jerarquía de la Iglesia católica se había involucrado mucho en la vida política de Europa occidental. Las intrigas políticas, la enorme riqueza de la Iglesia y su corrupción estaban socavando su liderazgo espiritual. Sin embargo, a pesar de cierto anticlericalismo, los creyentes se mantuvieron leales a la Iglesia. Las tensiones importantes surgieron de parte de las autoridades seculares que buscaban disminuir los poderes públicos de la Iglesia.

Los intentos de reformar la Iglesia antes de las 95 tesis de Lutero, publicadas en 1517, fueron realizados por reformadores medievales como los valdesianos en Borgoña (1173), el italiano Francisco de Asís (1181-1226), John Wycliffe en Inglaterra (c.1320-1384) y Jan Hus en Bohemia (1370-1415). En el siglo XVI Erasmo de Rotterdam (1466-1536) lideró las propuestas humanistas de reforma católica atacando las supersticiones populares y situando a Cristo como suprema figura moral.

Lutero se desmarcó de reformas anteriores afirmando que ellas atacaban la corrupción, mientras que él enfrentó la raíz del problema: la desviación teológica de las doctrinas de la redención y la gracia. La clave de la reforma de Lutero fueron sus dogmas de sola scriptura (solo la Biblia tiene autoridad) y sola fide (la justificación es solo por la fe, no por las obras). Fue excomulgado en 1521.

El movimiento de Reforma en Alemania se expandió y diversificó. Huldrych Zwingli unió la Iglesia y el Estado en Zúrich, construyendo una teocracia cristiana. Tanto Lutero como Zwingli estuvieron de acuerdo con la justificación por la fe, pero no estuvieron de acuerdo con la transubstanciación. Lutero aceptó la doctrina (porque Cristo está en todas partes), mientras que Zwingli la rechazó.

Otra rama importante del protestantismo es el calvinismo, llamado así por Juan Calvino. Era un abogado francés que huyó de Francia a Suiza después de su conversión al protestantismo. Publicó una primera edición de Institutos de la Religión Cristiana en 1536, en Basilea. Fue el primer tratado teológico sistemático del nuevo movimiento de reforma. En él mostró su acuerdo con la doctrina luterana de la justificación por la fe. También insistió en el dogma de la predestinación, pero consideró la comunión como simbólica, no sustancial como en la Iglesia Católica. El calvinismo se fusionó con el movimiento de Zwingli para constituir la Iglesia Reformada.

Durante el siglo XVI la Reforma se extendió a otros países europeos. A mediados de siglo el luteranismo dominaba en el norte de Europa, mientras que Europa del Este adoptaba varias creencias protestantes radicales. Enrique VIII estableció la Iglesia Anglicana en Inglaterra, un camino intermedio entre el Protestantismo y el 'Catolicismo sin el Papa'. John Knox estableció la tradición calvinista en Escocia llamándola Iglesia Presbiteriana. Los centros de la Contrarreforma fueron España e Italia, donde el protestantismo no ganó terreno.

Resumen

Institutos de la religión cristiana de Jean Calvin, se publicó primero en latín, en 1536, y luego en francés en 1541, con las ediciones definitivas en 1559 y en 1560. Se publicó en cuatro volúmenes.

Los tomos son una exposición del Credo de los Apóstoles bajo los siguientes títulos: Dios el Creador; Cristo como Redentor; Cristo como Santificador; La Iglesia y la Comunión de los Santos

Libro 1a.

Este volumen trata primero del conocimiento de Dios el Creador, luego el conocimiento de la humanidad.

El conocimiento de Dios no debe buscarse en el hombre, puesto que allí está silenciado por la ignorancia o por las malas intenciones, ni en el mundo, puesto que allí el hombre es incapaz de verlo. Este conocimiento debe buscarse en las Escrituras. Es impío exhibir representaciones de Dios, y la adoración de imágenes debe ser rechazada. Sólo Dios es digno de adoración. La esencia divina es una, con tres personas diferentes.

En el conocimiento de la humanidad se trata de la creación del mundo, así como de los ángeles buenos y malos. Se examinan la naturaleza y los poderes humanos.

Los últimos capítulos tratan sobre el comportamiento humano y el gobierno del mundo. La fortuna y el destino se consideran en la moralidad. Dios es declarado libre de pecado de cualquier tipo.

Libro 2a.

Este volumen trata del conocimiento de Dios como Redentor.

El primer tema abordado es la Caída, con sus consecuencias concomitantes: el pecado original, el libre albedrío, la corrupción de la naturaleza humana y las acciones de Dios en el corazón humano.

La redención se trata en cinco conceptos:

- el carácter del redentor

- su manifestación al mundo en la Ley y el Evangelio

- la persona de Cristo como mediador entre Dios y los hombres

- Las características de Cristo: profético, real y sacerdotal

- El camino de Cristo como redentor: crucifixión, muerte, sepultura, descenso a los infiernos, resurrección, ascensión al cielo y lugar a la diestra del Padre 

Libro 3a.

El tema aquí es la gracia de Cristo, dentro de la doctrina de la fe.

La fe tiene su fundamento en las operaciones del Espíritu Santo.

El arrepentimiento viene de la fe verdadera, no de la confesión. Se tratan las indulgencias y el purgatorio.

Se describe la justificación por la fe, así como su conexión con la libertad cristiana.

La oración se muestra como el principal ejercicio de la fe y el camino para procurar las bendiciones de Dios.

El concepto de los Elegidos se discute en conjunción con el favor del Señor a través de la gracia.

La meditación sobre la resurrección se presenta como un aliento en la dura lucha contra el pecado.

Libro 4a.

La primera sección el tema trata la Iglesia. Se consideran las marcas distintivas de la unidad de la Iglesia. Se analiza entonces el gobierno de la Iglesia, así como su forma y uso en la Iglesia primitiva. Se examina el papado, junto con la primacía del Papa y su usurpación del poder como individuo o en Concilios. La jurisdicción eclesiástica se trata en la promulgación de leyes. Se analiza la disciplina y su uso y abuso por parte de la Iglesia.

La sección dos de este volumen explora los sacramentos, particularmente el bautismo y la comunión. Los otros sacramentos se consideran falsos.

La tercera parte del libro trata sobre el Gobierno Civil bajo los títulos de Magistrados, Leyes y Pueblo.

Temas

Predestinación

"Por predestinación entendemos el eterno decreto de Dios, por el cual Él determinó consigo mismo lo que quería que sucediera con respecto a cada hombre. No todos son creados en iguales términos, pero algunos están predestinados a la vida eterna, otros a la condenación eterna; y, por tanto, según que cada uno ha sido creado para uno u otro de estos fines, decimos que ha sido predestinado para vida o para muerte". Juan Calvino

Calvino insiste en que hay una evolución en la revelación bíblica de la doctrina de la predestinación. Afirma que Abraham fue escogido por Dios, incluyendo a su descendencia, el pueblo de Israel. Luego señala que otros fueron rechazados por Dios, como Esaú. Agrega que Pablo cita el mismo texto que él mismo, Malaquías 1/2-3, y también cita el Antiguo Testamento en Romanos 9/15 para apoyar la predestinación.

Calvino advierte que la predestinación se encuentra en la voluntad de Dios y que los humanos no pueden penetrar esa voluntad. La aceptación es la única conclusión. Sin embargo, agrega que la elección no quita la responsabilidad humana.

Calvino luego aborda la noción errónea de que la elección elimina la responsabilidad humana. La doctrina de la predestinación debe consolar a los creyentes y animarlos a una mayor santidad, que es lo que Dios desea. Afirma que Cristo y los apóstoles usaron el dogma para consolar a los humildes y humillar a los orgullosos.

El calvinismo, junto con algunos textos de Agustín, Lutero y los jansenistas, se adhieren a la doctrina de la 'doble predestinación'. Este concepto implica la creencia de que Dios ha elegido desde la eternidad quiénes serán salvos y quiénes serán condenados, sin referencia a sus méritos en la fe o el amor.

En el Sínodo de Dordt (1618-19), en Holanda, la predestinación fue una de las controversias resueltas entre el armenio y el calvinismo. Los seguidores de Jacob Arminius que cuestionaron algunas de las enseñanzas de Calvino presentaron sus puntos de vista. Ellos creían en la elección de Dios, basada en la fe previsora, la expiación de Cristo por todos los que la eligieron libremente, la depravación humana limitada, la gracia de Dios puede ser resistida y la caída de la salvación como posibilidad. Esta visión liberal de la predestinación fue rechazada y se mantuvo el calvinismo de línea dura. Las conclusiones fueron afirmadas como:

"...juicio, en el cual se explica tanto el punto de vista verdadero, que está de acuerdo con la Palabra de Dios, con respecto a los cinco puntos de doctrina antes mencionados, y se rechaza el punto de vista falso, que está en desacuerdo con la Palabra de Dios".

Gracia

Las 5 Doctrinas de la Gracia surgieron del Sínodo de Dordt. Se resumen en las siglas inglesas TULIP:

- Depravación total. Toda la humanidad está en un estado depravado debido al pecado. Después de la Caída, los humanos fueron corrompidos por el pecado e incapaces de obedecer la ley de Dios. La humanidad se ha rebelado contra Dios y sólo puede hacer el bien a través del Espíritu Santo. Los actos humanos virtuosos son depravados, si no se realizan por amor a Dios, a pesar de ajustarse a las leyes bíblicas.

- La elección incondicional establece que Dios rescata a los pecadores debido a su libre albedrío. La humanidad no puede lograr la salvación a través de la acción o la decisión. La humanidad está muerta espiritualmente y necesita que Dios elija a los creyentes para la salvación. Esta es una decisión incondicional de la gracia divina, no de obras humanas, ya que la elección es anterior a la existencia. Las Escrituras dicen que los elegidos son entre aquellos que pusieron su fe en Cristo (Actos 13:48).

- La expiación limitada es una referencia al perdón de los pecados de la humanidad a través de la vida y el sacrificio de Jesús en la cruz.

El calvinismo no extiende la expiación a todos, solo a los elegidos. La salvación a través del sacrificio de Cristo se limita a redimir a todos los elegidos de Dios.

Los elegidos son creyentes y el calvinismo cita Actos 13:48 en apoyo de este dogma:

“Creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna”.

- La gracia irresistible enseña que la gracia salvadora divina puede ser resistida por algunos por un tiempo, pero esa resistencia finalmente será vencida. La divinidad no puede ser frustrada. La elección no depende de nuestra respuesta, sólo de la voluntad de Dios.

- La perseverancia de los santos significa que una vez que alguien es salvo no puede perder su salvación. Es eternamente seguro. La Escritura dice que cuando una persona cree en Cristo obtiene la vida eterna (Juan 5:24; 6:47).

Justificación

El concepto teológico de la justificación es el proceso mediante el cual se declara que los pecadores llevan una vida que agrada a Dios.

Calvino y los reformadores anteriores intentaron separar la justificación de las obras por parte de los creyentes. Sin embargo, insistió en una doble gracia: los creyentes son justificados y también santificados por el Espíritu. Calvino considera a una persona justificada, no por sus obras, sino por la fe. Esta es una aceptación de Cristo que permite la aplicación de la gracia de Dios. 

Los creyentes pueden ser justos solo por la expiación de Cristo, quien abrió la justicia para toda la humanidad. Sin embargo, ni la fe personal ni las obras justifican a los pecadores. Este es un acto gratuito de la gracia de Dios.

En resumen, los humanos están condenados y solo hay una forma en que pueden volverse justos. Está explicado en el evangelio. Jesús se convirtió en el representante de los pecadores y su sustituto. Su vida y muerte pagaron el precio de la expiación, que permitió a los pecadores lograr la justificación a través de la fe en Cristo.

Fe

En la teología calvinista sola fide (solo por la fe), se refiere a la justificación por la fe. Es decir, vivir de una manera agradable a Dios. Sin embargo, la fe no cubre la salvación. Este es el acto de la divinidad que elige a los elegidos en la predestinación. Vivir con rectitud creyendo en Cristo, e incluso 'nacer de nuevo', no significa estar predestinado solo que entras en la lotería divina.