EDAD MEDIA Occidente, Del Siglo VI al XIII


Contexto histórico

Entre el 70 a. C. y el 390 d. C. se aseguró la preservación y transmisión de la cultura grecorromana. Los griegos fueron fuente de pensamiento y los romanos ofrecieron un imperio estable donde poder desarrollarse. Sin embargo, el imperio romano comenzó a desmoronarse en el siglo IV a causa de los conflictos internos y el acoso fronterizo de sus legiones: los paisanos de la Galia se rebelaron, hubo migraciones masivas de godos (369), cristianos insurgentes en Alejandría (391), visigodos, Las invasiones árabes y hunas que ocuparon los territorios del imperio, los conflictos de clase entre paganos y cristianos romanos y la mala gestión económica por la sobretasa de la clase mercantil, entre otros factores. La estabilidad del imperio cayó en el caos y con las restricciones económicas también sufrieron las bibliotecas y la preservación tradicional de la cultura. 

Sin embargo, el Imperio Romano Oriental permaneció intacto hasta 1453. Los bizantinos se apoderaron de Rávena y gobernaron el Mediterráneo oriental desde Constantinopla. Ciudades del Adriático siguieron siendo parte del Imperio durante varios siglos. 

Arquitectura

Los bizantinos construyeron la iglesia octogonal de San Vitale en Rávena y la basílica de cruz griega de San Marcos en Venecia.

La arquitectura bizantina tiene proporciones equilibradas clásicas y se diferencia de la romana, especialmente en su predilección por las cúpulas. Los interiores están cubiertos de mosaicos y murales. Los bizantinos inventaron la pechina, un elegante método de montar la cúpula sobre un espacio cuadrado o rectangular. En lugar de construir muros sobre la cámara, llenaron los espacios entre los arcos con triángulos curvos para sostener la cúpula.



En Europa del Este, el diseño de la basílica romana evolucionó hacia un plano central, comprimiendo el área en un cuadrado coronado por una cúpula. La arquitectura bizantina fue comparativamente conservadora y cambió poco durante el Imperio.

El poder de Roma se desvaneció, pero su arquitectura se mantuvo, aunque adaptada para fines cristianos. En comparación con otros artes cristianos, la arquitectura cristiana tardó más en desarrollarse, porque los edificios son muy visibles. Solo comenzó a prosperar después de la proclamación de tolerancia de Constantino en 313.

Durante el período paleocristiano (200-500 d.C.), los arquitectos de la iglesia adoptaron la basílica romana como diseño estándar. La basílica era una gran sala rectangular cubierta por un techo a dos aguas. La pared trasera de la basílica a menudo terminaba en un ábside semicircular. La luz entraba por un claristorio, una hilera de ventanas entre las paredes del salón principal y el techo. Las basílicas se utilizaron para actividades de grupos grandes como reuniones políticas, tribunales y mercados. El presidente se sentaba en el ábside. Las primeras iglesias utilizaron este estilo arquitectónico de basílica. (La Iglesia Católica usa la palabra "basílica" para iglesias de importancia histórica. Este uso no está relacionado con el diseño arquitectónico de la iglesia).

La arquitectura medieval se desarrolló bajo el Imperio carolingio (c.750-900), que construyó iglesias basílicas en estilo germánico, algunas con transeptos agregados en planta de cruz latina.

Estos edificios aumentaron la altura de la iglesia y establecieron las torres como un elemento nuevo, siendo pioneros así en el aspecto de los accesos, flanqueados por dos torres. Un ejemplo es la abadía de Corvey (Alemania) fundada en los anos 815-822 por el Emperador Louis en memoria de su planificación por su padre Carlos Magno.


El desarrollo de la arquitectura carolingia condujo al estilo románico (c.1000-1200) que unificó la arquitectura occidental. Estas iglesias agregaron decoración, particularmente en el tímpano, el espacio semicircular sobre una puerta o ventana. También reemplazaron las tradicionales vigas de madera del techo por bóvedas de piedra. 

El estilo gótico (1200-1500) se hizo posible cuando el peso del techo abovedado fue soportado por arcos apuntados, bóvedas de crucería, pilares y arbotantes. Esto permitió a los arquitectos diseñar los edificios más altos, previo a la revolución industrial, y construir edificios esbeltos y llenos de luz. Frente al arco de medio punto románico, el arco apuntado gótico redirige el peso con precisión, permitiendo columnas más delgadas. Muros y enormes columnas soportan el peso de una iglesia románica; la iglesia gótica está sostenida por contrafuertes exteriores. Esto significa que los muros de la nave gótica pueden ser más delgados y contener grandes vidrieras.

Literatura

La literatura cristiana en la Europa medieval se escribió en latín en Occidente y en griego en Oriente. El principal tema de interés fue la teología, cuyo objetivo era analizar las creencias cristianas para explicar las verdades de Dios, la humanidad y el universo. La investigación se basó en las Escrituras y el pensamiento paleocristiano, principalmente Agustín de Hipona y la filosofía clásica: Platón (teología primitiva) y Aristóteles (teología posterior).

Carlomagno inició el Renacimiento carolingio (c.750-900), que amplió la erudición, la educación y la alfabetización clásicas. Para el esfuerzo de renovación encargó a eruditos: el inglés Alcuino, el irlandés Dungal, el lombardo Pablo el Diácono y el visigótico Teodulfo.

También hubo un resurgimiento de las materias seculares: gramática, retórica, teoría musical, matemáticas, astronomía, derecho, medicina y campos prácticos como la agricultura, la manufactura o la navegación. 

La literatura medieval secular se compuso principalmente en lenguas vernáculas, en el género medieval preferido: la leyenda heroica. Sin embargo, existían muchos otros tipos de poesía narrativa e historias en prosa, como cuentos de hadas, biografías de santos, alegorías cristianas y reediciones de la mitología clásica y sátira.

La literatura creativa medieval alcanzó su apogeo en las leyendas épicas, divididas en dos grupos: 

- Precristiano, originalmente en forma de leyendas orales entre las diversas tribus de Europa, fueron transcritas por escribas, generalmente monjes, que ocasionalmente añadieron elementos cristianos. La mitología nórdica, compuesta en lenguas germánicas, fue el género precristiano más influyente. Las mejores obras son Beowulf en inglés, Canción de los Nibelungos en alemán y Edda en nórdico.

- La leyenda medieval cristiana se compuso principalmente en el género del romance, que se inició en Francia. Esta fue una narración moralizante que enfatizó los ideales caballerescos de piedad, lealtad al señor, dedicación a una dama y comportamiento cortés. Los romances aparecieron tanto en poesía narrativa como en prosa: el poema épico romántico francés Canción de Roldán, el Cantar de El Cid en español y las Leyendas artúricas tanto en francés como en inglés, entre ellas Le Morte d'Arthur, refundida en inglés a partir de romances franceses. En Europa del Este, la principal epopeya medieval es la Canción de la campaña de Igor en eslavo oriental.

El drama medieval occidental comenzó como obras de milagros y obras de misterio, escritas en latín. Se convirtieron en dramas representados fuera de la iglesia en escenarios o carretas tiradas por caballos. Esto liberó a los actores para incorporar otro material, como comedia o historias paralelas. De esta forma, el drama profano evolucionó del teatro religioso y generó el drama moral en el que los personajes eligen entre el bien y el mal.

La influencia árabe

A pesar de que a partir de 750 hubo una guerra civil dentro del imperio árabe, liderado entonces por la dinastía Omeya, su poder en la península ibérica siguió estable con la capital en Córdoba que llegó a ser un centro mundial de conocimiento. 


Pese a la incipiente reconquista cristiana y la primera cruzada iniciada por el Papa Urbano II en 1095, hubo una intensificación de intercambio de conocimientos entre los centros Andaluces y el resto de Europa. Por el año 1275 mercaderes árabes cristianizados habían establecido las primeras papeleras en España. 50 años más tarde la universidad de París empleaba 10.000 copistas. Incluso durante la Inquisición el intercambio de saber continuó desde el sur hacia el norte y el espíritu humanista del renacimiento pudo expandirse gracias a las ideas encontradas en los libros árabes de Iberia.

Los intercambios intelectuales pudieron hacerse gracias a eruditos peregrinos que viajaron a la Hispania musulmana para conocer y traducir la información documental que los árabes almacenaban en sus bibliotecas.

El trabajo de los investigadores peregrinos era armonizar el conocimiento antiguo con la fe cristiana Entre 1150 y 1250 todos los escritos de Aristóteles fueron traducidos e introducidos a Occidente, junto con comentarios árabes de Avicena y Averroes.

Filosofía

El principal desafío de la filosofía medieval fue la reconciliación entre la fe (teología) y la filosofía (razón). Había que encontrar un método para vincular el conocimiento obtenido de la revelación bíblica, la información observada utilizando los sentidos y la filosofía aristotélica. Averroës propuso la teoría de la doble verdad, argumentando que tanto la fe como la razón eran tipos de conocimiento. Tomás de Aquino, por otro lado, en su Summa Theologica, planteó el concepto de que ambos tipos de conocimiento eran compatibles, ya que tenían sus raíces en Dios. También argumentó que podían compensarse entre sí, ya que la Revelación podía guiar el razonamiento y la razón podía desmitificar la fe y prevenir errores. La teología tomista se convirtió en doctrina oficial de la Iglesia.

Ockham, un fraile franciscano, abordó el problema fe/razón desde el lado opuesto al dominico Aquino. Escribió su Summa Logicae, basada en la lógica filosófica, en un intento de limpiar la teología de errores racionales. Sin embargo, se topó con la doctrina establecida y fue acusado de herejía. A pesar de continuar criticando al papado, mantuvo una aceptación fideísta de que la Revelación era superior a la lógica.

Pierre Abelardo (1079-1142) fue un lógico y representó un enfoque pre-escolástico de la religión. En su Sic et Non aportó una nueva metodología al estudio de las verdades religiosas: la dialéctica y la práctica de la duda metódica. Los tradicionalistas dentro de la Iglesia criticaron a Abelardo por reducir la fe a la opinión, en lugar de basarla en la Revelación, y también objetaron su posición sobre la ética: consideraba la intención del sujeto como la única fuente para definir la bondad o maldad de los actos morales, abandonando así la moral objetiva.

Duns Escoto (1265 - 1308) estudió en Durham y otras universidades británicas. Viajó a Toledo, se amigó con varios eruditos árabes y escribió su Abbreviatio Avicennæ así introduciendo Avicena a la discusión filosófica europea. Tradujo obras sobre astronomía y alquimia y comentarios de Averroës del árabe al latín

Al-Hakam II fue investido califa de Córdoba en 961. Hizo la expansión de la Mezquita y ocupó la residencia real, Medina Azahara. Durante su reino compró libros del resto del imperio para su biblioteca personal y la de la Mezquita e hizo hacer las traducciones al árabe. Córdoba fue el mercado más grande de libros en la España musulmana.

Alfonso X, El Sabio (1221 – 1284) es considerado fundador de la prosa castellana y fue en su época que se adoptó el castellano como lengua oficial. Impulsó la organización de tres grandes centros culturales en Toledo, Sevilla y Murcia.

Fundó la Escuela de Traductores de Toledo que emprendió una ingente labor de recogida de toda clase de materiales para la elaboración de libros. Movido por este afán el rey hizo tabla rasa de las diferencias de raza o religión, por lo que reunió a judíos, musulmanes, castellanos e italianos, que colaboraron libremente.

Tomás d'Aquino (1225 - 1274) El principal reto de la filosofía medieval fue la reconciliación entre fe (teología) y filosofía (razón). Había que encontrar una manera de unir el conocimiento obtenida por la revelación bíblica y la información observada usando la mente y los sentidos.

Averroës había propuesto la teoría de la doble verdad argumentando que los dos tipos de saber eran opuestos. La visión revolucionaria de Aquino rechazó ese planteamiento proponiendo la síntesis que ambos tipos de conocimiento son compatibles porque procedían de Dios. Más allá de la compatibilidad afirmaba que podían colaborar porque la revelación podía guiar la razón y prevenir contra errores mientras que la razón podría aclarar y desmitificar la fe. Dentro de esta doble concepción Aquino propuso que la existencia de Dios se podría probar usando cinco argumentos racionales.

Entre sus casi 60 obras escritas destaca la Summa Theologica, redactada entre 1265 y 1274. Es un esfuerzo ingente de sintetizar el pensamiento de filosofía natural aristotélica y la teología cristiana. Su siguiente obra Summa Contra Gentiles es una apologética de las creencias cristianas en la tradición medieval de proselitismo.

Dante Alighieri (1265–1321), principalmente conocido por su Divina Comedia demuestra un interés por las obras de Aristóteles citando una decena de sus escritos y muestra un conocimiento particular de su Etica, sin duda a través de los comentarios de Aquino. Algunos historiadores argumentan que Dante encontró el aristotelismo a través de Alberto el Grande, dominico, obispo alemán y profesor de Aquino, que trató Aristóteles a la luz de los filósofos islámicos, principalmente Averroës y Avicena, además de fuentes neoplatónicas greco-árabes.

Ramón Llull (1232 -1315) escribió su obra principal Ars Magna (1305-08) con la intención de racionalizar la apologética cristiana, para poder discutir con musulmanes. De hecho, viajó al norte de África con esta tarea en mente. Utilizaba métodos lógicos originales en un intento de probar los dogmas de la teología cristiana. Después de su muerte el Ars mantuvo su interés, no por la apologética, sino por su sistematización universal como compendio de conocimiento.

Guillermo de Ockham (c. 1287-1347) fue un filósofo nominalista de la Alta Edad Media. Argumentó que los universales son simplemente etiquetas psicológicas. Lo que realmente existe son los individuos. Esto contradecía la filosofía tradicional de Tomás de Aquino que sostenía la visión aristotélica de que la esencia y la existencia eran distintas.

Ockham fue ante todo un filósofo y se acercó a la teología a través de la lógica. Su aparente contradicción con la Summa teologica de Tomás de Aquino se expresa incluso en el título de su obra principal Summa logicae. No se trataba de una obra apologética que apoyaba la revelación cristiana, sino que la analizaba e incluso la cuestionaba desde la lógica. Los conflictos irresolubles entre el enfoque teológico tradicional y su análisis lógico llevaron a Ockham a ser acusado de herejía y de fideísmo personal, que era su forma de expresar su incapacidad para sintetizar ambos.

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