Ser y Tiempo por Heidegger


Contexto

La cuestión del sentido de la existencia, del ser, fue formulada por Platón. Su alumno, Aristóteles, discutió esta cuestión en su Metafísica, en un intento de definir el ser mismo separado de cualquier forma específica de ser como en humanos, animales o cosas inanimadas. Analizó el ser en los conceptos binarios de materia y forma, eligiendo esta última como base del ser. Esto formó el estudio filosófico de ser llamado ontología.

El cristianismo dio forma a la discusión de la ontología hasta la Edad Media. La filosofía escolástica veía a Dios como la forma más alta de ser y Descartes argumentó que Dios poseía una cualidad de ser tan especial respecto a su creación que no eran comparables. Por otro lado, Spinoza sostenía que un Dios impersonal era equivalente al mundo físico. Afirmó que el ser constaba de una sola sustancia que era la misma en personas, animales y objetos.

Heidegger rechazó el pensamiento que centraba la ontología en Dios y propuso partir del 'ser' humano (Dasein) y pensar desde allí. Todos los tipos de ser estarían centrados en la existencia humana.

Kant rechazó por absurdo el pensamiento ontológico tradicional que defendía la existencia de Dios. Este fue un principio central del pensamiento cristiano, defendido desde los escolásticos hasta Descartes. Heidegger no acepta esta filosofía. No comparte la ingenuidad cartesiana y rechaza el pesimismo escéptico de Kant sobre la relevancia de la ontología.

Heidegger fue asistente de Husserl en Marburg. Este filósofo estudió la subjetividad de la experiencia haciendo preguntas como '¿cuánto nos informan nuestras experiencias sobre el mundo y cuánto sobre nuestras propias mentes?' Sin embargo, a diferencia de Husserl, para Heidegger la fenomenología es un medio para estudiar aspectos de la ontología y la vio como un método más que como una filosofía.

Heidegger influyó en el movimiento existencialista del siglo XIX, que se concentró en la autoconciencia individual, centrándose en la angustia provocada por lo desconocido y la muerte. Kafka ya había evocado una experiencia cotidiana similar del yo angustiado atrapado en una trampa. El Mito de Sísifo de Camus también retrata la búsqueda inútil y absurda de la humanidad por el significado, en un mundo desprovisto de significado. Ambos autores coinciden en abrazar la libertad y la autenticidad.

Resumen

Martin Heidegger publicó Ser y tiempo en 1927. Su interés estaba en evaluar la cuestión del ' Ser ', la estructura básica de la existencia, a través de las experiencias normales de los lectores: trabajo, estados de ánimo y vida social. Su objetivo es revolucionar la comprensión de la filosofía y el mundo. Su objetivo también es demostrar a los lectores cómo pueden recuperar su verdadero yo y lograr la "autenticidad".

Ser y tiempo se compila en una introducción de dos capítulos y dos secciones de 6 capítulos, cada una con divisiones numeradas, hasta un total de 83. El contenido es un análisis del ser en humanos y sus posibilidades para una existencia 'auténtica'.

La Introducción presenta el problema del ser y una justificación de la metodología utilizada.

División 1

Los capítulos 1 y 2 ofrecen más detalles sobre el Dasein y cómo este estudio difiere de otros análisis de humanos. 

El capítulo 3 se centra en el mundo cotidiano que él llama "equipo", haciendo distinciones entre las percepciones "disponibles" y los objetos "presentes a mano" en el mundo. 

El capítulo 4 trata sobre el mundo normal y las relaciones humanas, sugiriendo que existe una conexión básica con el Dasein individual de los demás, llamado ' Mitsein ' e ignorado por la comprensión habitual. El autor advierte de la posibilidad de perderse en el mundo social.

Los capítulos 5 y 6 analizan los "estados de ánimo" como constituyentes de nuestro ser-en-el-mundo. Considera la naturaleza del lenguaje, luego vincula los estados de ánimo y el lenguaje de los demás para explicar la naturaleza de la falta de sentido del Dasein individual en el mundo público. El lenguaje y los estados de ánimo de los demás se componen de una charla ociosa que aleja al individuo de una relación personal con el mundo. Esto implica que el entendimiento humano está deformado por la falta de autenticidad que es el reconocimiento de que no somos inmortales.

División 2

El capítulo 1 pregunta cómo se puede evitar la falta de autenticidad para encontrar el verdadero yo. Su solución pasa por una correcta relación con la muerte que es un acontecimiento individualizador propio de cada persona.

El capítulo 2 indaga sobre cómo podemos lograr la autenticidad en la práctica. Su respuesta es por "la llamada de la conciencia", algo diferente a la conciencia normal que nos devuelve a nuestras posibilidades particulares de ser.

Los capítulos 3 y 4 se ocupan de la temporalidad. Argumenta que el Dasein es un escape del pasado y una relación con el futuro próximo.

Los capítulos 5 y 6 discuten la temporalidad y la historia en el Dasein. Explica cómo podría ser una relación auténtica con la historia y los orígenes de nuestra relación normal con el tiempo. 

Temas 

Dasein

Dasein es la existencia específica de los humanos, incluyendo su autoconciencia y mortalidad. La tradición filosófica, a diferencia del concepto de Heidegger, enfoca el ser en los humanos como atípico. El pensamiento platónico argumentaba que la vida creada reflejaba Formas trascendentes. Según Heidegger, la metafísica occidental, establecida por Sócrates y Platón, oscurece el significado de la verdad: el mito de la caverna de Platón divide el ser y la apariencia en dos partes diferentes. El escolatismo enseñó que la existencia divina era de un tipo superior y diferente de la de los humanos. Otras opiniones argumentaron que los humanos tienen libre albedrío y autoconciencia, por lo que no son un enfoque ontológico adecuado. Heidegger prefiere un enfoque fenomenológico de la ontología. Para este autor el Dasein es una nueva concepción de la muerte. Él ve a los humanos como arraigados en la existencia. Reemplaza el Pienso, luego existo de Descartes por: Muero, luego existo .

Con el Dasein como única base adecuada para el análisis ontológico, Heidegger plantea la idea de que los seres humanos suelen interpretar la realidad en términos de su utilidad o inutilidad para la preservación de la existencia humana. Afirma que esta es una falla interpretativa que hay que tener en cuenta a la hora de comprender el ser.

Para el autor el Dasein no es definible, pero él describe sus principales cualidades. Uno es ser-en-el-mundo, el concepto de que la conciencia está incrustada en la realidad. El Dasein tampoco es neutro, sino que forma parte del sujeto. Es un 'mi' ser. Otro rasgo es el cuidado con el que el ser atiende a su temporalidad. Dasein muchas veces tiene una relación inconsciente con el tiempo y el mundo de los objetos y actividades.

Estar-en-el-Mundo

Este concepto es analizado por Heidegger en tres partes:

Dasein es la existencia de todos los humanos que son 'lanzados' al mundo y esto determina sus respuestas a las experiencias. Todo el conocimiento y los rasgos básicos del Dasein, como las emociones, están influenciados por su estado de ser-en-el-mundo. Dado que el Dasein es influenciable por los demás, tiende a la banalidad y sólo en ocasiones alcanza la autenticidad.

Ser-en-el-mundo incluye interacción subjetiva y objetiva. Es un yo irreductible desatado en el mundo. Heidegger rechaza el dualismo filosófico tradicional de yo/mundo y mente/cuerpo. El Dasein no está separado del mundo sino inmerso en él. No hay distinción entre cuerpo y mente porque la mente proviene de las experiencias corporales.

El mundo es independiente y preexistente al ser individual. No es un espacio físico, sino un contexto donde el Dasein puede encontrar sentido. Incluye la cultura, el país, el entorno, la familia, la educación, los amigos, la carrera, la tradición, etc., todas las posibilidades e imposibilidades del individuo.

Mortalidad

Ser y tiempo examina la existencia y su fin, la muerte. Una de las características del Dasein es ser consciente de la mortalidad, descrita por Heidegger como "la posibilidad de la imposibilidad".

El autor utiliza la frase Ser-para-la-muerte para describir la existencia humana que incluye la conciencia de la muerte. Significa vivir la vida mirando hacia adelante y no negarse a ver el final de su existencia. Heidegger aboga por ser-un-todo, es decir aceptar la mortalidad, que es la forma de vivir una existencia auténtica. Vivir la vida ignorando la mortalidad es inauténtico, ya que es una negación de algo fundamental para la existencia. Autenticidad (Eigentlichkeit) también tiene la connotación de autopropiedad, hacerse cargo de la propia vida, incluida su limitación final.

Autenticidad

Heidegger sugiere mirar la existencia con angustia ante la falta de sentido de la vida. Esto nos permite ver la vida como un todo con su finalidad en la muerte y evitar la dispersión en fenómenos transitorios. Esto es autenticidad.

La inautenticidad significa perder de vista la unidad de la existencia centrándose en los intereses prácticos y la vida cotidiana. Esto lleva a experimentar la existencia como una serie de fenómenos aleatorios. 

Alcanzamos la autenticidad a través de la 'conciencia' que nos obliga a aceptar nuestra existencia en el mundo y la necesidad de adaptarnos activamente a nuestra situación. 

Tiempo

El tiempo, según Heidegger, es parte integral del yo. Al igual que el concepto de tiempo interno de Bergson, en oposición al tiempo mecánico del reloj, el autor ve el tiempo como la capa más profunda de la existencia humana. Para Heidegger el tiempo existencial es exclusivo de la conciencia de un individuo. La vida está constituida por el tiempo, desde el nacimiento hasta la muerte. La responsabilidad existencial, entonces, es una noción de tiempo y depende de la capacidad de ver la existencia desde el principio hasta el final proyectado. Describe como destino la capacidad de colocar el ahora dentro del contexto del pasado y el futuro. Esta es la afirmación de la libertad en la determinación de la temporalidad.


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