La Voluntad de Creer de William James


Contexto

William James (1842-1910) fue un fiel partidario del pragmatismo y ayudó a difundirlo a finales del siglo XIX y principios del XX.

El pragmatismo confirma la verdad de una idea a través de la experimentación y los resultados prácticos. Los pragmáticos creen que la verdad es modificable, no absoluta, que los valores humanistas deben acompañar a la investigación académica, que el significado está vinculado a la acción y que las ideas deben evaluarse según los resultados de la previsibilidad y la coherencia.

El pragmatismo promulgaba la idea de que el valor del pensamiento estaba en su practicidad. Esto vinculó a James con Aristóteles y Sócrates, quienes aplicaron la experiencia para probar sus teorías. El propio James contribuyó a los estudios pragmáticos, pero a través de la religión. Su hipótesis era que si se va a evaluar la verdad por su impacto en el comportamiento humano, entonces la fe religiosa se puede justificar si marca una diferencia clara en tu vida.

En la época de James, fue el darwinismo y la ciencia lo que más influía en los filósofos y esto sugirió que los humanos estaban controlados por las leyes de la naturaleza. En este enfoque había poco espacio para el libre albedrío. James fue influenciado por el trascendentalismo de Emerson y apoyó la elección individual y la libre investigación. Estuvo de acuerdo con el argumento de Renouvier de que la capacidad de creer en algo a pesar de la disponibilidad de otras interpretaciones, es la prueba del libre albedrío. James declaró que el primer acto de libre albedrío es creer en el libre albedrío.

En su conferencia, "¿Qué significa el pragmatismo?", el autor considera cómo el pragmatismo permite formas prácticas de abordar ideas aparentemente impenetrables, ya que sabe sintetizar el pensamiento empírico con el pensamiento religioso:

"El método pragmático es principalmente un método para resolver disputas metafísicas que de otro modo podrían ser interminables. ¿El mundo es uno o muchos? ¿Está predestinado o es libre? Es material o espiritual. Aquí hay nociones que pueden o no ser válidas para el mundo y las disputas sobre tales nociones son interminables. El método pragmático en tales casos es tratar de interpretar cada noción rastreando sus respectivas consecuencias prácticas. ... Siempre que una disputa sea seria, debemos ser capaces de mostrar la diferencia práctica que implica el que tenga razón una u otra parte."

James afirma que los principios del pragmatismo fueron presentados por primera vez por Pierce. Insistió en que se podía obtener claridad de pensamiento sobre un objeto considerando los efectos prácticos que implicaba. Sostuvo que la función de la filosofía es averiguar qué diferencia obra en el individuo si una teoría u otra es verdadera. El autor sostiene que, de esta manera las ideas se convierten en instrumentos, en no respuestas a acertijos.

Otros dos defensores del pragmatismo eran Schiller y Dewey. La visión de Dewey era sistemática y argumentaba utilizando el método científico. Sin embargo, James se preocupa principalmente por la religión y la moralidad. Tiende a alentar cualquier doctrina que conduzca a un comportamiento virtuoso y a la felicidad y es así como evalúa la verdad. Lo aplicó a la creencia religiosa:

"Si la hipótesis de Dios funciona satisfactoriamente, en el sentido más amplio de la palabra es verdadera. Bien podemos creer, sobre la base de las pruebas que ofrece la experiencia religiosa, que existen poderes superiores y están trabajando para salvar al mundo en líneas ideales similares a las nuestras."

Sin embargo, el interés de James por la religión es psicológico y no muestra preocupación por los asuntos que contempla la religión. Intenta construir creencias sobre la base del escepticismo, pero esto le lleva a ignorar cualquier hecho externo a los humanos.

James admite que las creencias están abiertas a discusión porque pueden apoyar cualquier cosa. Basa su razonamiento en la apuesta de Pascal: 

"Sopesemos la ganancia y la pérdida que supone decir que Dios existe. Cualifiquemos los dos casos: si usted gana, lo gana todo, si usted pierde, no pierde nada. Entonces no lo dude: apueste a que si existe." Pascal

En opinión de James, la naturaleza del credo radica en los vínculos humanos entre la lógica y la intuición. Él describe el proceso de toma de decisiones de la siguiente manera:

“Nuestra naturaleza pasional no sólo puede, sino que debe, lícitamente decidir una opción entre proposiciones, siempre que se trate de una opción genuina que por su naturaleza no pueda decidirse sobre bases intelectuales...”

Mantiene una comparación entre absolutismo y empirismo, ya que las creencias pueden determinar su vínculo con el vivir.

Resumen

La voluntad de creer fue originalmente una conferencia. James la publicó en 1896. Se compone de comentarios introductorios y otras diez secciones. En 1907 publicó una obra ampliada sobre los mismos temas a la que llamó Pragmatismo, un nuevo nombre para algunas viejas formas de pensar.

Presenta su trabajo afirmando que es:

"... un ensayo de justificación de la fe, una defensa de nuestro derecho a adoptar una actitud creyente en materia religiosa, a pesar de que nuestro intelecto meramente lógico no haya sido coaccionado."

En apartado I el autor define algunos de sus términos:

Las hipótesis pueden estar vivas o muertas, según la voluntad de actuar de los pensadores. La máxima vivacidad de una teoría implica una decidida disposición a actuar.

Una opción es la decisión entre dos hipótesis. Una opción viva significa que ambas hipótesis están vivas. Una opción forzada significa que no hay elección.

Existe una opción trivial cuando la elección no es única, es insignificante o reversible después del juicio.

Es genuino cuando es forzado, vivo o trivial.

La creencia se ejemplifica con un químico que pasa un año verificando una hipótesis en vivo. Esta es una medida de su creencia.

En el apartado II James expresa su desacuerdo con la apuesta de Pascal, si se interpreta como un apoyo a la creencia en cualquier religión que prometa una vida después de la muerte.

En apartado III considera que la incapacidad de creer a voluntad solo se aplica a cosas en las que ya no creemos.

En el apartado IV el filósofo esboza su tesis principal. El lado apasionado de la naturaleza humana debe tomar una decisión sobre las opciones cuando una elección basada únicamente en la razón no es posible. Dejar la pregunta abierta no es una opción.

En el apartado V distingue entre el escepticismo acerca de la verdad y el dogmatismo por el cual la verdad existe y los humanos pueden encontrarla. Para el autor el dogmatismo tiene dos formatos: absoluto y empírico. Los absolutistas creen que pueden alcanzar la verdad y saben cuándo la alcanzan. Los empiristas creen que, aunque podemos alcanzar la verdad, no podemos estar seguros de cuándo. Explica que la ciencia es en gran medida empírica y la filosofía en su mayor parte dogmática. Sin embargo, James piensa que los empiristas no son más tentativos en sus conclusiones que los absolutistas:

"Los más grandes empiristas entre nosotros son solo empiristas en la reflexión: cuando se les deja a sus instintos, dogmatizan como papas infalibles."

El apartado VI comienza con la consideración de que los humanos somos todos instintivamente absolutistas. Luego pregunta cuáles deberían ser nuestras actitudes ante este hecho. Responde afirmando que es un empirista en lo que se refiere al conocimiento humano. Esto implica que adoptó un enfoque escéptico para aprender sobre la verdad.

Él cree que la actitud empírica es meritoria en comparación con el absolutismo: el empirista basa la evaluación en la confirmación de la deriva del pensamiento, no en el resultado, por lo que permanece abierto.

En el apartado VII se aborda nuestro deber de conocer la verdad y evitar el error.

En el apartado VIII comienza a esbozar sus principales argumentos. Su primera proposición es que no debemos creer sin evidencia. 

“Dondequiera que la opción entre perder la verdad y obtenerla no sea trascendental, podemos desperdiciar la oportunidad de obtener la verdad y, en cualquier caso, salvarnos de cualquier posibilidad de creer en la falsedad, no decidiéndonos en absoluto hasta que haya llegado la evidencia objetiva."

Según James, el enfoque ideal es juzgar con una razón desapasionada, rechazando las hipótesis favoritas.

En el apartado IX, el autor considera casos en los que sería aceptable creer sin pruebas. Las creencias autocumplidas serían un caso. Por ejemplo, vivir con otra persona depende de si te llevas bien con ella. Si es así, podrías imaginar que le gustas a esa persona, pero solo con evidencia intuitiva:

"Hay, entonces, casos en los que un hecho no puede ocurrir en absoluto a menos que exista una fe preliminar en su venida. Y donde la fe en un hecho puede ayudar a crear el hecho".

En el apartado X propone la tesis que cree haber probado:

"En las verdades que dependen de nuestra acción personal, entonces, la fe basada en el deseo es ciertamente una cosa lícita y posiblemente indispensable."

A partir de esto, argumenta que la fe religiosa depende de nuestra acción personal y, por lo tanto, puede aceptarse porque se basa en un deseo personal.

En una conferencia posterior, James planteó la posibilidad de que la existencia de Dios dependa realmente de nuestra creencia en su existencia.

Temas

Decidir sobre creencias

James admite que las creencias están abiertas a discusión porque pueden reclamar cualquier cosa. Basa su razonamiento en la apuesta de Pascal: cree en Dios porque si existe tendrás la recompensa. Si no, no importa. Para el autor la fe no brota de las recompensas sino del deseo.

En opinión de James, la naturaleza de un credo radica en los vínculos humanos entre la lógica y la intuición. Describe el proceso de toma de decisiones de la siguiente manera:

“Nuestra naturaleza pasional no sólo puede, sino que debe, lícitamente decidir una opción entre proposiciones, siempre que se trate de una opción genuina que por su naturaleza no pueda decidirse sobre bases intelectuales...”

Mantiene una comparación entre absolutismo y empirismo, ya que las creencias pueden determinar su vínculo con el vivir.

Conciencia

El autor establece una correlación entre la conciencia y la contemplación. Describe la conciencia como certeza porque decidir sobre qué filosofar es solo el punto de partida del conocimiento. Decide renunciar a toda creencia hasta que el conocimiento objetivo pueda protegerle de conclusiones falsas. Su método es utilizar un enfoque tranquilo y dudoso.

Determinismo

James acuñó los términos determinismo "suave" y "duro". Consideraba que el determinismo puro desembocaba en el pesimismo o en una moral individualista degradada. Propuso que este dilema era evitable si permitíamos el azar. Sin embargo, añadió que esto no era un argumento a favor del libre albedrío.

Los deterministas argumentaron que el futuro es desconocido y que las acciones de los individuos tienen un papel en ese futuro y en las fuerzas que lo moldean. 

Ética y religión

James sostiene que, en determinadas circunstancias, es justificable tener creencias que no vayan acompañadas de pruebas suficientes, incluso si son importantes para nuestra existencia. Aplica esto particularmente a la creencia metafísica y religiosa, incluyendo una moralidad objetiva. Va más allá al afirmar que tomar una decisión basada en la fe puede ser la única forma de determinar si nuestras creencias son verdaderas o falsas. Por ejemplo, posponer decidir si existe o no un orden moral objetivo significa concluir a favor de la incredulidad y vivir la vida como si no existiera un orden moral desapasionado. En este caso viviríamos de acuerdo con nuestras pasiones sin referencia exterior para juzgar estas decisiones. 

¿Qué es una emoción?

En este ensayo, escrito en 1884, James señaló que en la relación entre las emociones (como la sorpresa, la curiosidad, el éxtasis, el miedo, la ira, la lujuria, la avaricia) y el cuerpo, generalmente se piensa que cualquier perturbación física es un subproducto. En contra de esto James argumentó que estas reacciones corporales eran en realidad la materia prima de la emoción misma:

"Mi tesis, por el contrario, es que los cambios corporales siguen directamente la PERCEPCIÓN del hecho excitante, y que nuestro sentimiento de los mismos cambios a medida que ocurren ES la emoción".

Señala que todo el mundo ha tenido la experiencia de los estados emocionales: el ceño fruncido, un nudo en la garganta. Insiste en que si sustraemos sus síntomas corporales de una emoción no podemos reconstituir el sentimiento y nos quedamos con un estado neutral de percepción intelectual.

James anota que la experiencia puramente cognitiva está asociada con juzgar si algo está bien. Utilizando la música, sostiene además que el dominio intelectual de un asunto embota la capacidad de sentir las ondas de la emoción.

Sólo en tiempos recientes, más de un siglo después de que James desarrollara su teoría, los científicos cognitivos occidentales han llegado a estudiar esta relación cuerpo-emoción a través de la investigación de la condición encarnada. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario